Freidoras industriales: cómo elegir la mejor (y cuidar el aceite) para tu restaurante, bar o food truck

Freidoras industriales: cómo elegir la mejor (y cuidar el aceite) para tu restaurante, bar o food truck

La freidora es una de las máquinas esenciales en cualquier cocina. En hostelería, elegir bien la freidora y cuidar el aceite marca la diferencia. Aquí tienes una guía práctica: tipos, capacidades, aceites recomendados, temperaturas y mantenimiento que de verdad te ahorra dinero (y quejas).

Tipos de freidoras y cómo elegir según tu negocio

No todas las freidoras se parecen ni sirven para lo mismo. Más allá de “gas vs eléctrica”, hay formatos, sistemas de calentamiento y funciones que conviene entender antes de comprar.

Fuente de energía: eléctrica vs gas

Eléctricas

  • Instalación sencilla (solo necesitas línea eléctrica adecuada).
  • Temperatura estable y control preciso.
  • Perfecta para carta variada y cargas medias.
  • Recuperación algo más lenta que el gas en cargas muy grandes.

Algunas de nuestras recomendaciones

Gas 🔥 alto rendimiento

  • Calentamiento muy rápido y alta capacidad de recuperación.
  • Ideal para alta rotación: freidurías, fast food, menús con mucho frito.
  • Requiere instalación/revisión de gas y algo más de mantenimiento.

Recomendamos esta freidora de la marca Jemi

Característica Eléctrica Gas
Instalación Más sencilla Requiere gas
Velocidad de calentamiento Media Alta
Control de temperatura Muy preciso Menos fino
Mantenimiento Bajo Medio/alto
Uso ideal Restaurantes, barras, food trucks Freidurías, alta rotación

Formato: sobremesa vs suelo

Sobremesa

De suelo

  • Capacidad alta (14–25 L/cuba o más) y producción continua.
  • Mejor recuperación térmica, opciones de filtrado integrado y control digital.
Echa un ojo a la freidora de Bertos

Sistema de cuba: “open pot”, “tube type” y zona fría

  • Open pot: resistencia/calor cercano al aceite, limpieza sencilla. Buen equilibrio para restaurantes generales.
  • Tube type: tubos caloríficos sumergidos; transmisión de calor muy eficiente (muy populares en gas para alto volumen).
  • Zona fría (cold zone): diseño que deja los restos en la parte baja, lejos de la resistencia. Traducción: el aceite dura más y sabe mejor.

Tecnología de calentamiento: resistencias, gas y presión

Resistencia eléctrica tradicional: fiable, fácil de mantener y con repuestos comunes. Perfecta para cocinas que buscan estabilidad y control de temperatura sin complicaciones.

Gas: sigue siendo una opción muy usada por su coste energético y su recuperación rápida, pero ya no siempre es la más potente. Las eléctricas modernas igualan o incluso superan su rendimiento, además de ofrecer un control más preciso y menos mantenimiento.

Freidoras a presión: ideales para obtener frituras más rápidas y jugosas, especialmente en pollo frito o productos voluminosos. Requieren personal formado, pero optimizan el consumo de aceite y el tiempo de cocinado.

Funciones que de verdad importan

- Filtrado integrado (manual o automático): permite limpiar el aceite entre servicios sin necesidad de vaciar la cuba. Esto alarga la vida de la freidora, mantiene el sabor de los alimentos y reduce los costes de reposición. En modelos automáticos, el proceso se hace en pocos minutos y sin interrumpir el servicio.

- Válvula de vaciado: una pequeña gran diferencia. Facilita el cambio del aceite sin tener que mover la máquina o levantar cubas, reduciendo el riesgo de quemaduras y el tiempo de limpieza. En equipos modernos, suelen estar protegidas con sistema de seguridad antisalpicaduras.

- Control digital / programas: permiten ajustar con precisión la temperatura, el tiempo y hasta programar recetas específicas. Esto asegura resultados consistentes y evita errores humanos durante las horas punta. Algunos modelos incluso avisan cuando el aceite debe cambiarse o cuándo ha terminado el ciclo de fritura.

- Sensores de calidad de aceite (TPM): miden el nivel y calidad del aceite en tiempo real, indicando cuándo el aceite deja de ser apto. Gracias a ello, no se cambia ni antes de tiempo (desperdicio) ni demasiado tarde (mal sabor o problemas sanitarios). Es una función clave en cocinas que fríen a diario.

- Cestas y tapas robustas, asas frías, indicador de nivel, patas regulables: pequeños detalles que marcan la diferencia en el uso diario. Mejoran la seguridad, facilitan la manipulación y prolongan la vida útil del equipo. Además, las asas frías y las tapas evitan quemaduras y reducen las salpicaduras.

Factores clave antes de comprar

- Capacidad: una freidora pequeña no sirve de mucho si tienes mucha rotación, y una demasiado grande gasta más aceite del necesario. Como referencia, 5–8 litros funcionan bien para barras y raciones, 8–15 litros para un restaurante medio y 18–25 litros por cuba para cocinas de alto volumen. Elegir la capacidad adecuada es clave para no malgastar aceite ni energía.

- Número de cubas: las freidoras de doble cuba te permiten separar sabores (pescado, patatas, croquetas…) y seguir trabajando si una está en limpieza o mantenimiento. Además, puedes usar una sola cuando hay menos servicio, reduciendo consumo y desgaste.

- Potencia y recuperación: una buena freidora debe volver rápido a la temperatura tras cada tanda de fritura. Si no lo hace, los alimentos absorben más aceite y pierden textura. Las freidoras eléctricas modernas ofrecen potencias muy altas, incluso superiores a las de gas, y mantienen una temperatura constante durante todo el servicio.

- Vaciado y filtrado: una válvula de vaciado accesible y un sistema de filtrado fácil ahorran tiempo y evitan accidentes. Además, un buen filtrado diario prolonga la vida del aceite y mantiene los fritos más limpios y crujientes. Es una de esas funciones que parece menor… hasta que la tienes.

- Instalación eléctrica (trifásica o monofásica): antes de comprar, asegúrate de que tu cocina tiene la toma adecuada. Las freidoras trifásicas (400 V) son más potentes y habituales en cocinas profesionales, mientras que las monofásicas (230 V) se instalan fácilmente en locales pequeños o sin instalación industrial. Elegir mal este punto puede darte más de un dolor de cabeza con los plomos.

- Seguridad: busca modelos con termostato de seguridad, apagado automático y asas frías al tacto. También es importante que la freidora tenga base estable y materiales resistentes al calor. Son detalles que evitan sustos y facilitan el trabajo diario, sobre todo en cocinas con mucho movimiento. Una buena opción es la freidora HR de 15 litros 

Cómo decidir en 3 pasos

1. Tu carta y volumen: piensa en qué y cuánto fríes. Si trabajas con mucha rotación (patatas, croquetas, pollo, etc )y necesitas una recuperación rápida, una freidora a gas o una eléctrica potente te dará un rendimiento excelente. Hoy en día, muchas eléctricas igualan o incluso superan la potencia de las de gas, ofreciendo además un control de temperatura más preciso.

2. Espacio e infraestructura: revisa tu cocina antes de decidir. ¿Tienes salida de humo y suministro de gas? ¿Dispones de enchufes con la potencia suficiente? En locales pequeños o con limitaciones de instalación, las freidoras eléctricas de sobremesa son una solución práctica y fácil de mantener.

3. Coste total:no te quedes solo con el precio inicial. Calcula el consumo energético, la duración del aceite, las horas de limpieza y los repuestos. Las freidoras con filtrado integrado y zona fría se amortizan rápido porque reducen el gasto de aceite y el tiempo de mantenimiento.

Aceites para freír: elegir bien y alargar su vida

La calidad del aceite influye directamente en el sabor, el color y la textura de los fritos. En general, los aceites ricos en ácidos grasos monoinsaturados (como el alto oleico, el oliva o el de cacahuete) aguantan mejor las altas temperaturas y se degradan más despacio que los poliinsaturados, como el girasol convencional.

- Girasol alto oleico: es el más usado en hostelería por su sabor neutro y su gran estabilidad térmica. Resiste bien la fritura continua y mantiene su rendimiento durante varios días, siempre que se filtre y conserve correctamente. Es importante no confundirlo con el girasol estándar, que se degrada mucho antes.

- Aceite de oliva / orujo: además de estabilidad, aportan un toque de sabor característico y una buena resistencia al calor. El orujo suele ser más económico y neutro, mientras que el virgen extra realza el sabor de los alimentos. Si se controla la temperatura y se filtra bien, puede ser una gran opción incluso para uso diario..

- Cacahuete: destaca por su excelente rendimiento y su capacidad para conservar el color y la textura de los alimentos. Es muy estable, soporta temperaturas altas y no aporta sabores fuertes, por eso se usa en muchas freidurías profesionales.

Consejos prácticos:

  • No mezcles aceites distintos, cada uno tiene su propio punto de humo.
  • Mantén la temperatura entre 170 °C y 180 °C: por encima se degrada, por debajo empapa.
  • Usa filtros y limpia restos sólidos a diario.
  • Cambia el aceite cuando huela mal, haga espuma o se oscurezca.
  • Si puedes, mide su calidad con un tester TPM (Total Polar Materials). En España, la normativa marca que debe retirarse cuando supera el 25 % de compuestos polares..

Técnica de fritura que cuida la máquina (y al cliente)

  • No sobrecargues la cesta: evita que caiga en picado la temperatura.
  • Seca bien el producto: menos agua = menos espuma y degradación.
  • Entre tandas, baja unos grados o apaga si no vas a freír en un rato.

Mantenimiento que funciona de verdad

Cuidar la freidora no solo alarga su vida útil, también mantiene el sabor de los fritos y reduce el gasto de aceite. Con un par de rutinas sencillas puedes evitar muchos problemas y conservar siempre un resultado limpio y uniforme.

- Diario

  • Filtra el aceite al final del servicio, tanto si el sistema está integrado como si lo haces manualmente. Eliminar los restos cada día evita que el aceite se degrade y prolonga su vida.
  • Retira migas y restos de empanado que quedan en el fondo de la cuba. Estos restos se queman con el calor y alteran el sabor, el color y el olor de los siguientes fritos.
  • Revisa signos de deterioro: si ves espuma persistente, notas un olor fuerte o el aceite humea antes de alcanzar la temperatura habitual, es hora de cambiarlo. También es buena idea comprobar que los termostatos responden correctamente.

- Semanal (o según uso): “boil-out”

El boil-out es una limpieza profunda que elimina restos de grasa y carbonilla del interior de la cuba.

  1. Drena el aceite y deja enfriar completamente la freidora.
  2. Llena la cuba con agua y un detergente específico, y calienta hasta que hierva (siguiendo las instrucciones del fabricante).
  3. Aclara bien y seca a fondo antes de volver a llenarla con aceite nuevo.
  4. Aprovecha para revisar resistencias, quemadores, juntas y válvulas, asegurándote de que no haya acumulaciones de grasa ni fugas.

Con estas rutinas, el aceite dura más, los alimentos salen más crujientes y la máquina te da menos problemas… y menos gastos.

¿Qué freidora según tu negocio?

- Restaurante con carta variada: Freidora eléctrica de doble cuba con buen control digital. Permite trabajar diferentes tipos de fritura a la vez sin mezclar sabores, manteniendo una temperatura estable en cada cuba. Además, el control digital facilita repetir resultados perfectos en cada servicio.
Ver freidora.

- Freiduría / fast food / alta rotación: Freidora a gas de gran capacidad con filtrado integrado. Diseñada para un uso continuo y grandes volúmenes, ofrece calentamiento rápido y una recuperación excelente. El filtrado integrado mantiene el aceite limpio durante más tiempo, reduciendo costes y paradas.
Ver freidora.

- Food truck: Freidora eléctrica compacta. En espacios reducidos, la clave es tener una máquina versátil y de bajo consumo, pero lo bastante potente para mantener una fritura constante. Este tipo de freidoras son ligeras, fáciles de instalar y se adaptan a cualquier punto de venta móvil.
Ver freidora.

- Bar pequeño: Freidora de sobremesa 5–8 L con zona fría y válvula de vaciado. Compacta, práctica y suficiente para tapas, raciones y menús del día. La zona fría ayuda a que el aceite dure más y la válvula de vaciado facilita la limpieza al final del servicio.
Ver freidora.

Marcas y equipamiento

En HosteleríaNegocios trabajamos con marcas reconocidas por fiabilidad y repuestos: Fagor, Jemi, Repagas, Edenox, Hr, Bertos, entre otras.

Echa un vistazo a nuestro catálogo de freidoras eléctricas y de gas

Conclusión

Freír “bien” no va solo de potencia: va de qué freidora eliges, temperatura adecuada, aceite estable y mantenimiento constante. Con una buena freidora y un aceite en su punto, tus fritos salen crujientes y limpios, y el servicio, impecable.

Si estás buscando asesoramiento, instalación y presupuesto para tu cocina no dudes en ponerte en contacto con nosotros! Te guiamos durante todo el proceso.

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